Glucosa

Desde hace casi cien años se sabe que las células del cáncer sienten una especial apetencia por un tipo de azúcar denominado glucosa. El tumor usa esta molécula como si fuera la gasolina de la que depende un coche deportivo para quemarla rápido y crecer y multiplicarse a gran velocidad. Es un proceso muy poco efectivo desde el punto de vista energético pero permite la división ultraacelerada de las células cancerosas. Es lo que se conoce como efecto Warburg, que ya fue descrito en 1927. Hasta ahora se conocía muy poco de cómo la célula sana pasa de un consumo energético equilibrado a depender de este fast food calórico en la célula tumoral. Hoy, un artículo publicado en Nature Communications demuestra que en uno de cada cuatro tumores humanos existe un exceso del receptor de glucosa en la cara externa de su membrana celular. Esta proteína actúa como un imán atrayendo toda la glucosa que, desde el torrente sanguíneo, pasa cerca del tumor. Es sabido desde hace mucho tiempo que las células con cáncer consumen unas 25 veces mas de glucosa que las células normales y sanas y viven en un ambiente anaeróbico , es decir sin oxígeno. Por eso es tan importante cuando se tiene cáncer, el ejercicio suave y la respiración en zonas limpias y oxigenadas y la supresión de toda alimentación que de energía rápida como los azúcares , almidones de harinas refinadas, lactosa y alcoholes. Una persona sana que utiliza estos grupos de alimentos y no hace ejercicio para quemar en el momento, este exceso de calorías que aportan en forma de punta energética, acumula esta energía en su organismo en forma de grasa en michelines y celulitis. Pero en una persona que padezca cáncer , estos azúcares directos o los indirectos provinentes de las harinas refinadas, lácteos y alcoholes, van directamente a quien los está demandando de una forma desenfrenada , como son las células con cáncer El Dr. Otto Wartburg y otros expertos de la salud han estado, desde 1920, hablando de cómo al cáncer le encanta el azúcar, pero es sorprendente que muchos médicos no dicen a sus pacientes con cáncer que, mientras que continúen comiendo alimentos procesados llenos de esto, que es probable que tengan un tiempo más difícil luchando contra esta enfermedad. El fisiólogo y bioquímico alemán, médico y premio Nobel estaba convencido de que se podía matar de hambre al cáncer haciéndolo desaparecer. Si bien no siempre es tan fácil, esto es algo que podría cambiar significativamente el juego. Su teoría era que las células malignas y el crecimiento tumoral era causado por las células que generan energía a través de trifosfato de adenosina (ATP), a través de una avería no oxidativa de la glucosa (azúcar). El reciclaje del metabolito de este proceso llamado glucólisis y la circulación de AdHA de nuevo en el cuerpo causaba la respiración anaeróbica. Esto es lo contrario de lo que ocurre con las células sanas. Las células sanas, no cancerosas generan energía para que el cuerpo la utilice a través de la descomposición oxidativa de piruvato, el producto final de la glicólisis, lo que conduce a las mitocondrias oxidadas. Por lo tanto, concluyó que el cáncer era realmente una disfunción mitocondrial. El proceso normal de la respiración de oxígeno en el cuerpo es cambiada a la fermentación de azúcar. Si se quita el azúcar, el cuerpo no debe desarrollar cáncer. Bueno hay muchos algunos alimentos que a lo mejor no pensamos que suben la glucosa . Golosinas Ciertas golosinas, como las gominolas o las barras de caramelo, tienen un índice glicémico muy alto. Comer esas golosinas es casi lo mismo que comer glucosa pura. Patatas horneadas y sandía Aunque las frutas y las verduras son, en general, bajos en el índice de la escala, las papas horneadas y la sandía están ambas en la categoría "alta". Cereales El maíz y los cereales extrudidos también aumentan rápidamente el azúcar en sangre. Estos cereales son esos, como los Rice Krispies, en el que los granos se mezclan en una pasta que luego le da una nueva forma de cereal. Panes y pastas El pan blanco tiene un índice glicémico alto, como los croissants. Este pan y el de centeno aumentan más el azúcar en sangre. Arroz De todos los grupos de arroz, el blanco (que incluye el arroz de jazmín) tiene el índice glicémico más alto. Alimentos que aumentan la glicemia lentamente Los alimentos que tienen un índice glicémico menor a 40 tienen tendencia a aumentar los niveles de azúcar en sangre más lentamente, lo que puede ser beneficioso para los diabéticos. Por ejemplo, el índice glicémico de la soja es de tan solo 18, siendo uno de los más bajos. Las lentejas también tienen una tasa muy baja de índice glicémico, con solo 28. Muchos productos lácteos también presentan un índice glicémico muy bajo. Por ejemplo, la leche desnatada tiene un índice glicémico de 32, mientras que la leche rica en materias grasas presenta un índice glicémico de 27. Un yogur de frutas desnatado tiene un índice glicémico de solo 33, lo que lo convierte en una excelente alternativa al helado para los diabéticos. Los plátanos, la sandía, la piña, los albaricoques y los mangos son frutas que aumentan la tasa de azúcar en sangre. Estas no deben ser eliminadas de la dieta puesto que poseen muchas vitaminas, pero deben ser consumidas en pequeñas cantidades. Algunas verduras Patatas, maíz, zanahorias, pepinos, y guisantes son algunas de las verduras que son ricas en hidratos de carbono y aumentan la tasa de azúcar en sangre. Todas las verduras son esenciales para una buena salud, pero deben ser consumidas en pequeñas cantidades. El pan El pan a base de harina blanca aumenta la tasa de azúcar en sangre. El pan confeccionado con semillas integrales ayuda a estabilizar la tasa de azúcar en sangre. La pasta y el arroz La pasta y el arroz tienen un índice glicémico alto y aumentan la tasa de azúcar en sangre rápidamente. La comida abundante Comer abundantemente aumenta la glicemia con rapidez, mucho más que comer varias veces al día en menor cantidad. Azúcar y miel El azúcar y la miel aumentan la tasa de azúcar en sangre, a pesar de que la miel es un alimento muy sano.